Esta es una receta antigua y tradicional que no me gustaría perder
Mi madre, con sus 86 años, el día 8 de Diciembre , día de la Inmaculada estará haciendo sus hormigos.
No dejan de ser unas natillas espesas donde se sustituye la leche por agua.
A veces se dejan más claras y se pone más azúcar para comerlas calientes pero así están más auténticos.
Supongo que en los años difíciles de la posguerra donde las carencias eran muchas, las mujeres, siempre las mujeres, supieron utilizar su inteligencia e ingenio en la cocina elaborando platos exquisitos con lo poco que tenían.
2 litros de agua
1 cucharadita de sal
2 cucharadas de azúcar
200 gramos de harina
Arrope (reducción del mosto de vino)
Ponemos 1 y 1/2 litro de agua al fuego con la sal y el azúcar. Esperamos que hierva.
En el 1/2 litro de agua fría restante disolvemos la harina con la ayuda de una varillas.
Colamos
e incorporamos al agua hirviendo sin dejar de batir.
Unos cinco minutos y comienza a espesar.
Volcamos en un recipiente plano y dejamos enfriar.
Cuando este bien frío cortamos con un cuchillo un "tablero de ajedrez"
Incorporamos el arrope dejando que penetre por todas las lineas que hemos cortado.
El Arrope es un dulce que se hace en tiempo de vendimia. El mosto se pone al fuego y se deja reducir hasta conseguir una densidad cremosa como el caramelo.
Si no tenéis arrope podéis utilizar el caramelo líquido comercial
Fresquito está muy rico.
Dedicada a Corpus, mi querida madre
¡¡UN ABRAZO!!
ay qué ver los platos tan buenos que se hacían, y aún con lo poco que se tenía, eso era ingenio de verdad ! No sé si lo sabes, pero estoy de sorteo en el blog, anímate a participar, es super fácil
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